Las Normas y su rol para evitar propagación de COVID-19

En nuestro país existen alrededor de 800 Normas Oficiales Mexicanas (NOM), elaboradas por diferentes dependencias gubernamentales, tal es el caso de la Secretaría de Economía de Graciela Márquez; la de Comunicaciones y Transportes, de Javier Jiménez Espriú; la del Trabajo, de Luisa María Alcalde; o la SECTUR, de Miguel Torruco, entre otras. Regulaciones que tienen […]

En nuestro país existen alrededor de 800 Normas Oficiales Mexicanas (NOM), elaboradas por diferentes dependencias gubernamentales, tal es el caso de la Secretaría de Economía de Graciela Márquez; la de Comunicaciones y Transportes, de Javier Jiménez Espriú; la del Trabajo, de Luisa María Alcalde; o la SECTUR, de Miguel Torruco, entre otras. Regulaciones que tienen el objetivo de que los bienes y servicios que se comercializan en México y que usamos en la vida diaria no representen un riesgo para nuestra salud o patrimonio, así como para el medio ambiente.

¿Qué son las Normas Oficiales Mexicanas (NOM)?

Las NOM establecen reglas, especificaciones, atributos, directrices, características o prescripciones aplicables a un producto, proceso, instalación, sistema, actividad, servicio o método de producción u operación, así como las relativas a terminología, simbología, embalaje, marcado o etiquetado y las que se refieran a su cumplimiento o aplicación. Su cumplimiento es obligatorio para los productores, fabricantes, importadores y prestadores de servicios, ya que brindan al consumidor seguridad y confianza en los productos que adquieren. Pues recordemos que calidades hay muchas al igual que precios, pero los requisitos de seguridad sí deben tener, aunque sea los mínimos.

En la entrada a la Nueva Normalidad en México, millones de
establecimientos estarán obligados a readaptar medidas de higiene, no solo para
adaptarse a las nuevas condiciones del mercado, sino también para cumplir con
las medidas que implemente el gobierno en rubros como el cuidado de la salud de
los mexicanos. Ante ello, organismos como Grupo
NYCE, de Carlos Pérez, ya se ocupa de esta situación al crear su nuevo
servicio de Evaluación de Protocolos para la Prevención del COVID-19, basado en
las mejores prácticas internacionales que permite la implementación y la
evaluación constante, de protocolos
adecuados en limpieza y sanitización, tanto de instalaciones como del
personal.

La estrategia de este grupo empresarial 100% mexicano es ofrecer este esquema de Evaluación no sólo a las empresas del país, pero también a las de Sudamérica, a través de su filial NYCE Colombia, que desde su sede en Bogotá brinda este servicio como un elemento clave, para garantizar la salud de clientes y colaboradores de las compañías en la región. Y es que, el regreso a nuestra nueva realidad, tanto de hoteles, centros comerciales, cines, parques de diversiones e incluso los aeropuertos, entre muchos otros lugares públicos, necesitan de un nuevo modelo de administración en el que se dé prioridad a la prevención sanitaria, pues por ellos transitan un gran número de personas y son sitios en los que un portador asintomático puede generar un foco de infección importante.

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El organismo, con 25 años de experiencia en el mercado,
cuenta con un amplio portafolio de servicios en materia de certificación,
verificación y capacitación en Normas Oficiales Mexicanas (NOM´s), Normas
Mexicanas (NMX) y estándares internacionales ISO/IEC.

Su filial NYCE Laboratorios desarrolla pruebas y el proceso de certificación de las mascarillas o respiradores N95, conforme a la NOM-116-STPS-2009 de Equipo de protección personal-Respiradores purificadores de aire de presión negativa contra partículas nocivas, ya que ante la emergencia sanitaria el uso de estos productos, han sido vitales para evitar la propagación.

La NOM establece que
un respirador es un equipo de protección personal de presión positiva o
negativa, que purifica o suministra aire para proteger las vías
respiratorias del usuario contra contaminantes y patógenos, que se encuentran
en el medio ambiente y se clasifican según su tipo y nivel de eficiencia. Por
ejemplo, los respiradores N95 son
capaces de filtrar hasta el 95% de las partículas que cohabitan en un entorno
específico.

De esta manera, el usarlos brinda protección suficiente tanto al personal médico como a la población en general, lo que toma mucha relevancia si tomamos en cuenta que las cifras de contagios y muertes van al alza. Por otra parte, entre las medidas de prevención de contagios que deberán adoptar las empresas está el proveer dispensadores con soluciones de gel a base de alcohol al 70% en diversas áreas, así como otorgar productos sanitarios y equipo de protección personal a los empleados, entre estos, cubrebocas, lentes protectores y/o caretas, esto con el objetivo de evitar la entrada del virus en las instalaciones de trabajo.

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Aunque ya se reabrieron algunos sectores como el de la
construcción, han enfatizado que la reapertura económica que inició el 1 de
junio, no implica que la epidemia esté superada. Por ello, debemos tomar en
cuenta que el semáforo de alerta sanitaria abarca cuatro niveles desde máximo
para color rojo; alto, para color naranja; medio, para color amarillo y bajo
para color verde, en esta última etapa
las actividades se podrán retomar de manera normal en los ámbitos
económicos, laborales, escolares, sociales y de esparcimiento.