Qué es un respirador y por qué son indispensables para el tratamiento del COVID-19
Por Emma Charlton Durante la pandemia de coronavirus, los respiradores se han convertido en un tema de acalorado debate. No hay suficientes, no están donde deben estar, las personas tienen que compartirlos, algunas personas intentan fabricar los suyos y los mejores ingenieros del mundo están trabajando para ampliar la producción. Los respiradores son máquinas que ayudan a los pacientes […]
Por Emma Charlton
Durante la pandemia de coronavirus, los respiradores se han convertido en un tema de acalorado debate. No hay suficientes, no están donde deben estar, las personas tienen que compartirlos, algunas personas intentan fabricar los suyos y los mejores ingenieros del mundo están trabajando para ampliar la producción.
Los respiradores son máquinas que ayudan a los pacientes que no pueden respirar por sí solos. Insuflan aire, en ocasiones aire con oxígeno adicional, por las vías respiratorias hacia los pulmones. Algunos también ayudan a los pacientes a expulsar el aire.
Imagen: ONS
Los síntomas más comunes de COVID-19 son fiebre, cansancio y tos seca. Mientras que en torno al 80 % de las personas que lo contraen se recuperan sin un tratamiento especial, alrededor de 1 de cada 6 enferman gravemente y desarrollan dificultades respiratorias, según la Organización Mundial de la Salud.
Ahí es donde entran en juego los respiradores, que ayudan a los pulmones mientras el cuerpo combate la infección y, con suerte, se recupera. Según un estudio del Imperial College London, es probable que en torno al 30 % de las personas hospitalizadas con COVID-19 requieran respiración mecánica.
No es suficiente
Con el rápido avance de la pandemia COVID-19, muchos países se enfrentan a una escasez de respiradores, lo que obliga a los médicos de primera línea a tomar decisiones difíciles sobre quién los recibe y quién no.
Los pacientes comparten respiradores en un hospital de Nueva York, según el New York Times, una táctica que se ha utilizado antes en situaciones de crisis, incluso durante el brote de coronavirus en Italia e inmediatamente después del tiroteo de Las Vegas en 2017.
En esta tesitura nos encontramos: compartiendo respiradores y enfrentándonos a serios dilemas como elegir quién recibirá respiración cuando todos deberían hacerlo. #TakeThisSeriously, hay que tomárselo muy en serio. Nunca pensé que fuera tan grave. Gracias a @PulmCrit por la inspiración y los consejos.
En muchos países, las empresas y los gobiernos están trabajando de forma conjunta para fabricar más respiradores y hacerlo rápido. El Primer Ministro del Reino Unido, Boris Johnson, ha pedido a más de 60 empresas de fabricación que ayuden a acelerar la producción de equipos médicos, incluidos los respiradores.
Pero hay buenas noticias: el recurso de fabricación avanzada de alta tecnología de Gran Bretaña está resolviendo el problema de los respiradores rápidamente. El primer lote de nuevos respiradores del NHS se fabricará este fin de semana.
Pero los respiradores no son la panacea. Insertar un tubo de respiración en las vías respiratorias puede aumentar el riesgo de contraer una infección pulmonar. Los tubos de respiración también pueden dificultar la tos, que es una forma en la que el cuerpo elimina los agentes irritantes.
El mensaje de la Organización Mundial de la Salud sigue siendo el mismo: mantenga el distanciamiento social, manténgase al menos a un metro de cualquier persona que esté tosiendo o estornudando y lávese las manos con frecuencia.
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